"El Campeonato está definitivamente lejos de nuestro alcance, y cosechar una victoria este año será difícil, a no ser que haya un milagro. Quedan diez carreras por disputarse, y hace justamente diez Grandes Premios me llevé la victoria [en Brasil 2012], por lo que creo que la situación aún podría resolverse. Esto ya se produjo el año pasado, cuando Lewis y yo fuimos octavo y décimo en Silverstone. Posteriormente, quedé segundo en Alemania, Lewis ganó en Hungría y yo lo hice en Spa y luego él volvió a ganar en Italia. Con una evolución en el coche se puede marcar la diferencia. Todavía no es el caso, pero podría suceder", explica Jenson Button a AP.
Un año de trabajo intenso con el equipo
La temporada no está siendo como el piloto esperaba, pero es cierto que el inglés no pierde la esperanza: "Sigo apreciando cada momento que paso en una reunión técnica, y sigo emocionándome al volante. No odio rodar para este equipo ni lo que yo hago. Me encanta pasar tiempo con el equipo y trabajar con él para tratar de mejorar el monoplaza para que sea más competitivo. Es fácil ponerse al volante de un coche ganador, es lo más fácil del mundo para un piloto de F1. Pero trabajar con el equipo cuando atraviesa momentos complicados y algo más delicado. Se necesita experiencia para hacer esto. Obviamente, estaría contento si estuviera delante, ya que quiero llevarme victorias. Pero solamente hay un ganador y, de momento, eso no nos preocupa. Solo nos queda seguir trabajando a toda velocidad", apuntó el Campeón de 2009.