
No sé cómo lo hace para cambiar de novia casi cada 2 meses, si no para de viajar por medio mundo para atender a sus compromisos con la Fórmula 1. Normal que digan que no está centrado y comete muchos errores...
Por cierto, que su padre, que no se pierde una, también se apuntó a la cena. El señor Anthony Hamilton acudió del brazo de -nada menos- Cherry Blair, la mujer del ex primer ministro británico.
