
Así, cada equipo tendrá que pagar 309.000€ para poder participar en el campeonato. Aunque no todo queda ahí, porque esta cifra se incrementará (se estima que en un 150%) sólo con la aprobación de las escuderías, para invertir el dinero en mejorar los sistemas de seguridad y los equipamientos en los Grandes Premios.