La situación adquirió tal gravedad que Charile Whiting, director de carrera de la FIA, admitió que estuvo a punto de desplegar la bandera roja durante la carrera de Silverstone debido a los espontáneos reventones de los compuestos (cuya causa todavía no ha sido determinada).
El último boicot que vivimos en la Fórmula 1 se produjo durante el Gran Premio de Estados Unidos 2005, en la que por razones de seguridad los 14 coches que montaban neumáticos Michelin se retiraron después de la vuelta de formación debido a preocupaciones sobre la seguridad de los neumáticos suministrados por la marca francesa, participando así sólo los 6 coches que montaban neumáticos Bridgestone.
Los pilotos y equipos quieren sentir que es seguro competir con Pirelli
"Existe el peligro [de un boicot] y con razón, si los equipos y los pilotos no están convencidos de que pueden competir de forma segura. Pero eso no es lo que queremos para la Fórmula 1. Nos hemos enfrentado a algunas de estas cuestiones antes en Indianápolis y eso fue terrible para el deporte, así que realmente tenemos que trabajar juntos. Este no es el momento de señalar con el dedo, es el momento de trabajar juntos, encontrar una solución y seguir adelante con ella", comentó Whitmarsh en declaraciones a Sky Sports News.
Por su parte, Jean Todt, presidente de la FIA, ha confirmado que se reunirá tanto con los equipos como con Pirelli este miércoles para tratar de buscar una solución al problema con los neumáticos de Pirelli que han encontrado pilotos y equipos el último Gran Premio de Gran Bretaña.
