En ese escenario se movió muy bien Vettel, que no recibió presión durante la carrera y ganó con facilidad, mientras Hamilton y Alonso se disputaban la segunda plaza. Por otro lado, Räikkönen y Lotus pierden comba en el mundial, mientras Force India mantiene su gran rendimiento y Toro Rosso sigue en alza.
Las estrellas del GP
Sebastian Vettel
El alemán no suele ofrecer momentos muy llamativos en los Grandes Premios... excepto cuando sale algo más retrasado de lo habitual. Lo que ocurre es que lo más normal es verle en primera línea y eso provoca que tengamos la percepción de que la vida es muy sencilla para Sebastian dentro de la F1. La realidad es que los grandes campeones lo son, entre otras cosas, por hacer que las cosas complicadas parezcan sencillas. Gran coche, gran piloto... ¿cuarto título mundial? Aún es muy pronto, pero Vettel consigue que parezca hecho.
Lewis Hamilton
No está siendo una temporada fácil para Hamilton, por mucho que el inicio de temporada pudiera indicarlo. Sus problemas relacionados con la frenada contribuyen a que Rosberg le suponga un dolor de cabeza pero, en uno de los circuitos en los que la frenada es determinante, el inglés consiguió sobreponerse a sus problemas y batió a su compañero de equipo por casi un minuto, firmemente apoyado en un mejor control de la degradación de los neumáticos y una estrategia más acertada (Rosberg eligió súperblando en su primera parada mientras que Hamilton escogió medio).
Jean-Eric Vergne
Toro Rosso está respondiendo este año en lo que a evolución se refiere y sus pilotos lo están aprovechando. En esta ocasión fue el francés que, apoyado por su excepcional rendimiento en condiciones meteorológicas cambiantes (algo que ya no sorprende) durante la clasificación, pudo sacar el máximo partido del Toro Rosso en carrera. Se movió bien en el pelotón y fue rapidísimo con pista libre, terminando en una sexta plaza que supone el mejor resultado para el equipo desde que Sebastian Vettel pilotara para ellos en 2008.
Paul di Resta
El piloto protegido por Mercedes se afianza cada vez más en la Fórmula 1 con actuaciones brillantes basadas en la consistencia y una excepcional gestión de los neumáticos. Esta vez la estrategia de una sola parada con un relevo muy largo con el compuesto medio fue la decisión correcta para remontar una mala clasificación por culpa de una avería en el cambio.
Los estrellados del GP
La carrera deportiva de Fernando Alonso va camino de convertirse en un carrusel de sensaciones encontradas entre las que la lucha y el sacrificio dominan sobre el resto. Agresivo, inteligente, incansable, Alonso consigue sacar el máximo rendimiento a su monoplaza en la inmensa mayoría de las carreras. Pero no parece que vaya a ser suficiente porque, ni él es un súperclase los sábados, ni Ferrari consigue equilibrio mecánico durante el tiempo suficiente. Y con rivales de la talla de Red Bull y Sebastian Vettel, es una losa imposible de superar para cualquiera. Un segundo puesto ganado a pulso el domingo no puede empañar la fotografía global: Ferrari vuelve a ir a contracorriente.
McLaren
Los equipos grandes que pasan problemas en determinadas temporadas como consecuencia de un mal diseño del coche suelen despuntar en algunos circuitos porque, en realidad, su potencial les permite, a pesar de las deficiencias, ser competitivos en ciertas áreas. Pero McLaren no ha conseguido hacer este año un coche con buena tracción y mala aerodinámica o viceversa. Ni siquiera rápido a una vuelta o con gran ritmo de carrera. Simplemente, ha diseñado lo más parecido a un botijo con ruedas que un equipo de su prestigio y recursos puede diseñar. Y, carrera tras carrera, parecen estar más perdidos que en la anterior. DRAMÁTICO. Con mayúsculas.
Lotus
Para optar al título hace falta un gran piloto, pero también un gran equipo (no sólo coche). Y Lotus no está, por el momento, a la altura de lo que se requiere para que Kimi sea candidato al título. La evolución no es lo suficientemente buena como para recuperar terreno y, en cierto modo, debe hacer frente a los mismos problemas que tiene Ferrari: la clasificación. Con un agravante: menor velocidad en carrera. De la irregularidad de Mercedes dependerá que puedan ser terceros del campeonato de constructores a final de año.
Pastor Maldonado
No hay justificación posible para la temporada que está ofreciendo el venezolano, ya con dos temporadas de experiencia a sus espaldas y una recalcitrante propensión a los errores. Sí, el coche es un absoluto desastre, pero su compañero inexperto no encadena salidas de pista y accidentes de un modo tan desesperante (no hablemos ya de los resultados en carrera). Ni tampoco se dedica a criticar al equipo. Ni su actitud ni su aptitud están al nivel adecuado a día de hoy.
El destello
Valtteri Bottas deslumbró a todos consiguiendo la tercera plaza en la parrilla del Gran Premio, aprovechando unas condiciones meteorológicas cambiantes e inciertas. En estas circunstancias hay determinados pilotos que suelen aprovechar su talento para sobreponerse a las limitaciones del coche y fue el caso del finlandés. En su primer año como piloto titular, Valtteri tiene que hacer frente a un coche muy complicado de pilotar y entender, pero poco a poco consigue sobreponerse a la situación.
El detalle técnico
Montreal es un circuito muy exigente con los frenos, ya que cuenta con bastantes zonas rápidas en las que se alcanza mucha velocidad punta y que, además, desembocan en fuertes frenadas. Por el contrario, la velocidad de paso por curva es bastante lenta y no cuenta con virajes largos, por lo que la estabilidad en frenada y la tracción lo son todo en detrimento de la eficiencia aerodinámica.
Era de esperar, por tanto, que el punto débil de los neumáticos -la carga lateral que hace sufrir mucho a sus flexibles flancos- se minimizara en esta carrera, algo que ayudó a Red Bull a dominar el Gran Premio. El RB9 es un monoplaza con una considerable cantidad de carga aerodinámica, pero hace sufrir mucho a los neumáticos en curvas largas y/o rápidas. Montreal fue el escenario perfecto para un coche que cuenta con una tracción fantástica y los resultados lo demostraron, manejando incluso la degradación por carga longitudinal (frenada y aceleración) sin mayores problemas, incluso en una pista que, como consecuencia de las lluvias, no tenía nada de goma para el inicio de la carrera.