"Desde fuera muchos me veían como el Sebastian amable y educado que se reserva la opinión para sí. Pero no soy así," asegura Vettel. "Simplemente no saco a relucir cosas que deben quedar dentro del equipo. Eso hizo que muchos tuviesen una imagen distorsionada de mi persona. Mucha gente se sorprendió por la forma en la que me comporté. Pero yo no. En este sentido, Malaisia abrió los ojos a muchos".
La sinceridad, clave
El alemán, que lidera la clasificación en busca de su cuarto campeonato del mundo consecutivo a pesar de los problemas que está sufriendo en este inicio de temporada, ha asegurado que prefiere ser sincero a ocultar la realidad aunque eso le perjudique. "Cuando hay algo desagradable que decir, siempre lo hago. Aunque siempre en presencia de los que se ven afectados," comentó.