En plena pretemporada del año 2012, y con contrato para competir todo el año con el equipo malasio, el italiano aceptó ceder su asiento al ruso Vitaly Petrov siempre y cuando se le reembolsara la cantidad que hubiese recibido si hubiera competido esa temporada. Al parecer, esto último no se ha cumplido, tal y como ha revelado el ex piloto de F1 en sus últimas declaraciones: "Mi carrera en la Fórmula 1 terminó porque estuve de acuerdo en renunciar a mi asiento, ya que se me aseguró que el equipo iba a cumplir con sus obligaciones contractuales. Hasta la fecha, esto no ha ocurrido".
Por ello, el italiano está dispuesto a llevar al que fue su jefe a los tribunales si no recibe el dinero que le debe: "Voy a demandar a Fernandes porque me debe mucho dinero".