La boda, celebrada por todo lo alto, ha estado marcada por la fiesta, la música y el lujo en el acto social del año. Nadie quería perderse el enlace, celebrado en la iglesia romana de Santo Espíritu de Sassia. Flavio ha estado acompañado de amigos del mundo del espectáculo, la política, y el deporte.
El ex-presidente del Gobierno español, José María Aznar, su esposa Ana Botella, su hija Ana Aznar y su yerno Alejandro Agag, y el presidente del Gobierno italiano, Silvio Berlusconi, fueron algunos de los 350 invitados en la boda.
Entre los llegados del mundo del deporte estuvieron el piloto español Fernando Alonso, sin su mujer, el responsable de la F1, Bernie Ecclestone, el ex-director deportivo de Ferrari, Jean Todd, los entrenadores de fútbol Marcello Lippi y Fabio Capello y el vicepresidente del Milán, Adriano Galliani.El italiano llegó a la iglesia a bordo de un Rolls Royce azul oscuro, vestido con un frac de seda negro, un chaleco color burdeos, corbata gris y una flor blanca en la solapa. La modelo, de 28 años, entró en la iglesia completamente tapada por enormes paraguas blancos sostenidos por el personal de seguridad, lo que provocó la decepción de numerosos curiosos que se agolpaban en los alrededores.
El vestido de la novia no ha podido verse, pero el diseñador italiano Roberto Cavalli, que ha firmado los tres trajes que llevó Gregoraci durante las celebraciones, había adelantado el secreto: el vestido es de seda en color marfil, con forma de sirena, aplicaciones de encaje de Chantilly, y un velo de cerca siete metros sujetado con una diadema de diamantes.
Aunque más que de curiosos, la pareja pretendía protegerse de los fotógrafos, ya que la exclusiva del enlace está vendida a una revista y a una televisión británicas.