Algo tiene que tener el joven de 19 años para que dos grandes como Red Bull y BMW quieran hacerse con sus servicios y lo declaren de manera abierta, amén de otros equipos que lo confiesan en los mentideros propios de la Fórmula 1. En esta ocasión, el dardo envenenado viene desde la factoría de bebidas energéticas. Dietrich Mateschitz, propietario de la multinacional Red Bull, lleva pregonando desde hace unas semanas que Sebastian Vettel es suyo y que acabará pilotando un Fórmula 1 de su factoría, bien en el equipo Red Bull, bien en Toro Rosso. Y en la revista Motorsport Aktuell era muy claro:
"Nosotros decimos que es nuestro piloto y BMW dice que es suyo. Existen contratos firmados y si hacemos las cosas bien, Vettel estará con nosotros en 2009", afirmó tajante Mateschitz. El austríaco llegaba más lejos, y confesaba que le han
"cedido por cuatro años a BMW".
Y es que la situación de Vettel no es fácil. Por un lado, es piloto de pruebas de BMW y por otro, Red Bull le patrocina e incluso lleva sus colores en el casco.
¿Estaremos ante un 'Vettelgate' como el de Button de hace unos años? ¿Tanto merece la pena un 'niño' de 19 años?
