Por otra parte, en el garaje vecino a Grosjean, se encuentra Kimi Räikkönen quien, a estas alturas, podría decirse que es la cara opuesta de la moneda. Tras las carreras de Australia, MAlasia y China, el finlandés acumula dos podios (una victoria y un tercer puesto) y un sexto puesto, y se encuentra a tres puntos de liderar el Mundial de Pilotos. De momento, Grosjean solo se ha lamentado de los problemas que ha podido tener su E21, donde en China le hizo bajar de la sexta posición de salida a la novena que consiguió finalmente.
Confía en su piloto
"¿Cuál es mi problema? ¿Mi forma de conducir? ¿Los neumáticos? Hago una vuelta y el coche funciona; hago otra, y ya no. Necesitamos comprender la razón de esta inconsistencia", explicaba el francés a la cadena RMC Sport. No obstante, Eric Boullier confía en Grosjean y en sus ingenieros y cree que encontrarán una solución pronto: "No pudo perfeccionar el coche con los neumáticos y, por eso, tuvo más problemas en China. Pero no es nada dramático, y todo volverá a la normalidad.Simplemente ha de conseguir que todo vaya bien con el equipo y su ingeniero, sin perder demasiado tiempo. Estará ahí, no hay problema".