
El austriaco, que no apoyó las órdenes de equipo de Ross Brawn en el pasado Gran Premio, se reunió con Brawn y Wolf para finalmente decidir no volver a utilizarlas, tal y como confirmaba el austriaco desde el trazado de Shanghai: "No habrá más órdenes de equipo. Los pilotos pueden hacer lo que quieran. Vamos a hacer que tomen conciencia de los problemas técnicos y pueden entonces decidir qué hacer".