Por este motivo, para 2009, el máximo organismo deportivo está estudiando la posibilidad de igualar esas diferencias y tiene dos opciones: limitar electrónicamente los motores de los grandes (usando la ECU) para colocarlos en el mismo plano que sus rivales, o abrir la ventana de la evolución para que Honda, Toyota y Renault recuperen las dos décimas por vuelta que pierden sólo en el capítulo del propulsor.
Los tres grandes desarrollaron sus propulsores después de la congelación gracias a un exhaustivo trabajo con las centralitas, para compensar a bajo régimen lo que perdían por la limitación a 19.000 revoluciones. Ya a finales de 2006 dejaron los motores preparados para recibir esas mejoras.Renault, en plena lucha desesperada por ganar el título, no lo hizo, de hecho, Flavio Briatore no hizo caso a los consejos de sus técnicos de no votar a favor de la paralización del desarrollo de los motores.
Pero los problemas de los equipos de "Segunda división" aún serán mayores en el Mundial 2009, en el cual los cambios aerodinámicos en los monoplazas serán muy profundos.
Se espera el final de las chimeneas y los deflectores superiores y laterales, se reducirá radicalmente el tamaño del difusor posterior y se intenta reducir la generación de aire sucio. Así, el agarre aerodinámico será reducido a la mínima expresión y el agarre mecánico tomará un papel muy relevante, junto con el empuje del motor.