"Por supuesto, Lewis quiere competir, pero en las negociaciones contractuales que tuvimos con Lewis, nunca mencionó nada relacionado con ser el número uno o dos del equipo. Simplemente quiere igualdad y creo que es por eso por lo que Lewis se sintió algo incómodo con la situación", explicó Brawn a The F1 Show al recordar cómo se sintió Hamilton en el podio de Sepang y las posteriores declaraciones que realizó, en las que alegó que Rosberg merecía haber terminado en su puesto.
Decisiones necesarias para el equipo
Además, Brawn ha dejado claro que no le gusta interrumpir la competición, pero necesita tomar decisiones duras para asegurar que el equipo acumule el mayor número de puntos posibles: "No me gusta tener que tomar esas decisiones, pero desde un punto de vista técnico, habríamos quedado muy mal si ambos coches se hubieran quedado sin gasolina. No me gustó dar las órdenes que di en Malasia; no lo contemplo en mi naturaleza deportiva y el equipo ha demostrado muchas veces su alegría al dejar competir a sus pilotos entre ellos. Pero alguien ha de tomar esas decisiones, y no hay tiempo para dejar que las tome un grupo. No siempre acierto: si acertara el 70% o el 80% de las veces que lo hago, ya estaría satisfecho".