Un ejemplo claro fue el de Red Bull que, intratable a una vuelta, se mostró muy vulnerable en carrera una vez que los neumáticos empezaron a degradarse. Lo contrario puede aplicarse al Lotus de Kimi Räikkönen, que tras calificar en la séptima posición, venció con autoridad sobre el trazado australiano.
Las estrellas del GP
Kimi Räikkönen
Kimi demostró en 2012 que aún atesora todo el talento que le llevó a maravillar a la Fórmula 1 en sus inicios, pero también mostró algunas de sus carencias al no ser todo lo consistente que debería. Lo mismo puede aplicarse a Lotus. Pero este fin de semana en Melbourne, ambos demostraron que, con una velocidad similar a la del año pasado, han sabido subsanar los errores y realizar una estrategia y gestión de los neumáticos simplemente perfecta.
Force India-Mercedes
Desde hace tiempo se comentan las dificultades económicas del equipo de Vijay Mallya y puede que el equipo esté viviendo por encima de sus posibilidades, pero lo cierto es que a nivel técnico son cada año más competitivos. Una temporada más Force India se postula como el equipo más consistente en el grupo perseguidor y tanto Di Resta como Sutil -al alemán incluso llegó a liderar la carrera- certificaron un Gran Premio muy prometedor terminando en los puntos.
Jules Bianchi
El francés ha supuesto todo un revulsivo para Marussia, que ha olvidado a Glock a las primeras de cambio. El modesto equipo británico ha conseguido un monoplaza simple pero lo suficientemente serio como para permitirle a Jules sacarle los colores a Caterham. Su experiencia previa y gran cantidad de kilómetros a bordo de un F1 le permiten ser un debutante 'maduro', circunstancia que él ha aprovechado para lucirse en la parte baja de la parrilla.
Nico Rosberg
Se tiende a menospreciar el trabajo del alemán, pero no podemos negar que es un piloto muy competente en todos los sentidos. Muy enchufado desde el mismo viernes, especialmente con lluvia, Nico acompañó a la perfección al estelar Hamilton hasta que una avería eléctrica le dejó fuera de carrera. Aún debe demostrar que ha aprendido a manejar la presión en pista cuando se presentan las grandes ocasiones, pero mientras, su oficio supone un gran activo para Mercedes.
Fernando Alonso
El español inició la temporada en gran forma, como ocurrió a lo largo de la temporada pasada. Superado por escaso margen por Massa en calificación tras no haber utilizado el DRS en su vuelta rápida, Alonso salió como es habitual y se posicionó perfectamente para conseguir un nuevo podio, la marca de la casa en la que se cimentan año tras año sus opciones de título.
Los estrellados del GP
McLaren-Mercedes
Desastroso fin de semana para el equipo de Woking, que empieza a acumular demasiados fracasos para un equipo de su talla y recursos. Button consiguió salvar los muebles en un fin de semana en el que ni el coche, ni el muro estuvieron a la altura. Pérez se quedó a las puertas de los puntos tras inicial el Gran Premio con el compuesto medio y Jenson defendió los puntos tras iniciar la carrera con unos desgastados superblandos que contaban con cinco vueltas de calificación.
Williams-Renault
Tras un inicio muy prometedor en los test, el coche no ha evolucionado como se esperaba y el equipo tuvo que volver a la especificación de escapes sin rampa para intentar mejorar la situación. Pero ni Maldonado -fuera de carrera tras frenar sobre el margen de la pista- ni Bottas -que cometió algunos errores costosos en carrera- pudieron sacar nada bueno de un fin de semana que deja a los de Grove como último equipo a excepción de Marussia y Caterham.
Daniel Ricciardo
El australiano de Toro Rosso corre serio peligro de caer en el olvido una vez que su compañero cuenta ya con un año de experiencia. Y en Melbourne, Vergne le batió con autoridad tanto en calificación como en carrera. Con muchos problemas para encontrar agarre en la primera fase de carrera por un problema con los calentadores de los neumáticos, terminó retirándose por problemas con los escapes.
Caterham-Renault
Desastre mayúsculo el protagonizado por el equipo de Tony Fernandes, que confirma su hundimiento de la segunda parte de 2012 con un inicio de temporada que le deja como el equipo más lento de la parrilla. Marussia, con un monoplaza estéticamente más parecido a un GP2 que a un F1, ha sido capaz de maximizar su limitadísimo presupuesto creando un coche sencillo de pilotar y sin complicaciones técnicas. Caterham, por su parte, cuenta con un 'moderno' monoplaza extremadamente complicado de pilotar en el que ni Pic ni Van der Garde pueden exprimirse al máximo.
Romain Grosjean
El francés cuenta con muchos defensores y no pocos detractores, aunque casi ninguno de ellos dude de su velocidad. Pero en Melbourne desapareció engullido por el tráfico, sufriendo para ser rápido y gestionar una estrategia de tres paradas con la mitad de maestría que Kimi lo hizo con sólo dos. El resultado final, décimo a casi minuto y medio de su compañero de equipo, ganador de la carrera.
El destello
Tras la salida del Gran Premio, Vettel se escapó durante algunas vueltas, mientras Massa contenía a Alonso y Räikkönen tras él. Pero la degradación empezó a afectar al ritmo del alemán y pronto los Ferrari se acercaron a su zaga. Tras la primera parada, en la que Massa se detuvo una vuelta antes que Alonso, las cosas siguieron igual, por lo que Stella y Alonso decidieron adelantar su segunda parada para intentar adelantar a Felipe con la ayuda de un juego nuevo de medios. Massa y Smedley creyeron que era demasiado pronto y que lo pagarían al final de carrera, pero la pista siguió mejorando al adquirir cada vez más goma y los neumáticos del español aguantaron sin problemas. La jugada le permitió a Alonso adelantar a su compañero y a Vettel, terminado la carrera en segunda posición.
El detalle técnico
En un Gran Premio en el que la eficiencia aerodinámica no tiene tanta influencia como en otros trazados con mayor cantidad de curvas rápidas o de radio largo, el agarre mecánico y, en concreto, la posibilidad de maximizar los neumáticos, se convierte en la clave.
Pero las temperaturas no fueron tan altas como sería deseable y el graining, que tantos dolores de cabeza había ocasionado en pretemporada, volvió a aparecer. Eso hizo que muchos pilotos e ingenieros, durante el Gran Premio, creyeran que la estrategia de tres paradas sería mejor opción. Pero otros como Räikkönen, Sutil o los pilotos de Mercedes, supieron ver que ese graining inicial desaparecería lo suficiente como para permitir relevos más largos y competitivos, haciendo posible una estrategia ganadora de dos paradas. Esa, en esencia, fue la clave del triunfo de Räikkönen.