Durante la segunda semana de entrenamientos, el brasileño no rodó ni un solo minuto en la pista, dando fuerza a los rumores que aseguraban que uno de sus patrocinadores no había pagado lo estipulado e iba con retraso. Finalmente, estas dudas cansaron al equipo ruso, que decidió prescindir de los servicios de Razia y fichar a Jules Bianchi, una joven promesa sacada de las filas de la Ferrari Drivers Academy.
Ardua tarea
El joven piloto francés dejó claro recientemente que Marussia ha realizado un gran progeso entre la temporada pasada y estos entrenamientos de pretemporada. Bianchi todavía no sitúa a su nuevo equipo por delante de la competencia directa, pero las cosas parece que van por el buen camino: "Solo hay que mirar los tiempos para saber que hemos mejorado. Es una pequeña sorpresa haber progresado tanto y estoy muy contento. Incluso entre el sábado y el domingo hubo ya una gran mejora".
"Ahora bien, no sabemos lo que los demás equipos han estado probando, por lo que todavía es complicado saber hasta qué punto se ha mejorado", explica Bianchi, pensando en Caterham, el equipo rival de Marussia. Pero el francés no quiere ilusionarse más de la cuenta y prefiere andar con pies de plomo respecto a la competencia: "Hemos de ser resalistas, y sé que serán complicados de batir [los dos Caterham]. Daremos lo mejor de nosotros mismo, porque nunca se sabe...".