Lewis Hamilton se tomaba a broma el accidente sufrido por su padre esta semana al volante de un deportivo valorado en unos 600.000 dólares.
"Mi padre es mi representante y le encantan los coches. Pero si tenemos que ir a algún sitio, prefiero ir en tren."
El pasado miércoles, Anthony Hamilton, que también ejerce como representante del piloto de McLaren, se llevó un buen susto al perder el control del Porsche Carrera GT que conducía y meterse en un jardín próximo a su domicilio en Inglaterra.
"Leí ayer un correo electrónico de mi padre y me reí. Es muy buen conductor, pero no sé qué pasaría."