Tras salir de Toro Rosso enfrascado en una nube de sueños cumplidos, me dirigí de nuevo a la sala de prensa. En ella, cada mañana nos juntamos un grupo de personas que compartimos el mismo trabajo, la misma ilusión: plasmar sobre el papel o la pantalla nuestras impresiones sobre la F1. En esta misma sala, observamos los tiempos que marcan los pilotos, escuchamos el rugir de los motores, compartimos experiencias y vivencias del mundo del motor, sufrimos y nos estresamos, pero siempre hay algún compañero que logra sacarte una sonrisa, y eso es de agradecer.
En el segundo día de test, de nuevo, pude volver a visitar la zona del 'pit-lane'. Esta vez estaba totalmente emocionado, porque tenía especial ilusión por ver debutar a Lewis Hamilton y a Sergio Pérez con sus nuevos equipos. Y cuando los he visto ha sido bastante mejor de lo que me esperaba. Pero no podía quedarme solamente con la experiencia de verlos al volante del W04 y del MP4-28, por lo que aproveché para asistir a las posteriores ruedas de prensa de ambos pilotos. En ellas, tuve la oportunidad de preguntarles alguna cosa a los dos, y es interesante ver cómo te miran a los ojos y te responden de forma sencilla. Puede parecer algo simple, pero lo valoras mucho cuando jamás has sentido eso anteriormente.
Por otro lado, también pude disfrutar de vivir la F1 desde un poco más cerca. Por la mañana, pude ver rodar a los monoplazas directamente desde las barreras de protección, y creedme si os digo que el olor a goma quemada, el resto de virutas de goma que sueltan los monoplazas, la sensación de velocidad de los coches y el ruido de los motores se convirtieron en auténticas melodías auditivas. Tras este momento, tuve la oportunidad de comer en el 'motorhome' de Pirelli, donde me atendieron, junto a mis compañeros, de forma espectacular. La verdad es que da gusto ver el trato cordial que demuestran los equipos y, en este caso, la marca de neumáticos a los periodistas. Finalmente, pude tomarme un café en el 'motorhome' del equipo Lotus, donde pude reflexionar de lo realizado durante todo el día. Y lo cierto es que sigo estando en un sueño del que jamás querría despertar.