Tras evitar por muy poco la amputación de la mano derecha, el piloto de 28 años tuvo que pasar por numerosas operaciones para curar las fracturas del brazo y la pierna derechos. Pero ahora, Kubica ya ha regresado al mundo de la competición, eso sí, con una movilidad limitada en su brazo derecho debido al daño que el accidente le causó en los nervios de esa zona.
Sigue siendo complicado adaptarse a un monoplaza
La reputación y el compromiso de Kubica son tales que Mercedes-Benz le dejará probar en un test alemán del DTM este jueves en el circuito de Valencia, dando pie a los rumores que señalan que el polaco podría regresar algún día a conducir monoplazas. Por su parte, Kubica advirtió que ese día sigue estando lejos, ya que le sigue costando conducir un monoplaza, pero también ha querido aclarar que no va a perder la esperanza: "Aún creo que puedo volver. No se trata solo de un sueño. Ahora mismo tengo limitaciones conduciendo monoplazas, aunque parecen ser menores si la situación se ve desde fuera".