"El primer test en Jerez fue un choque para nosotros. Algunos cosas no funcionaron como deberían haberlo hecho, por lo que seguro que cometimos algunos errores fundamentales. En primer lugar, había que localizarlos y corregirlos y, si Jerez supuso un primer punto bruta, los segundos entrenamientos respondieron nuestras preguntas, pero no tuvimos el tiempo suficiente de reaprar los errores antes de Melbourne. Y eso solo lo conseguimos gracias a las grandes mejoras que introdujimos en Barcelona", comentó Fry a Auto Motor und Sport.
El coche mejoró en Barcelona
En el F2012, la mayoría de los errores se localizaron en el área aerodinámica, pero Fry no quiso entrar en demasiados detalles: "La mayor parte de los errores fueron de naturaleza aerodinámica, y teníamos que comprenderlos primero. La primera versión de nuestros escapes calentaba demasiado los neumáticos traseros. Teníamos que encontrar rápidamente una solución antes de llegar a Melbourne. En Canadá, volvimos a nuestra versión original de los escapes, pero con una forma diferente. Y funcionó muy bien, sobre todo tras ver los problemas que tuvieron otros equipos".
Pero hay un misterio que todavía sigue sin resolver sobre el monoplaza del año pasado, y es la diferencia de rendimiento entre la clasificación y la carrera. "Sí, es un misterio para todos nosotros. No fue hasta mitad de temporada cuando estuvimos casi a la misma altura en clasificación y carrera. Pero tampoco sé lo que habríamos perdido en carrera si hubiéramos querido retocar nuestro coche y que fuera más rápido a una vuelta. Hay demasiados factores", apuntó el director técnico.