Prostitutas, connotaciones nazis, sadomasoquismo… los integrantes de la FIA han considerado que estas no son razones suficientes para que su presidente abandone su cargo. Tras la votación de ayer, Max Mosley seguirá como presidente del máximo órgano del automovilismo a pesar del escándalo al que ha sumido al automovilismo mundial.
Tras conocerse la resolución del consejo extraordinario, la Allgemeiner Deutscher Automobil-Club (ADAC o Automóvil Club de Alemania) ha tomado una decisión: boicotear a la FIA. Es su respuesta ante lo que considera un error, la continuidad de Mosley al frente el automovilismo mundial.
"Es una razón para que el club automovilístico más grande de Europa cese sus funciones y cooperación en los grupos de trabajo de la FIA mundialmente. Mantendremos nuestra decisión a menos que Max Mosley deje su cargo de presidente de la FIA."
Tampoco se ha mostrado muy contenta la AAA (Asociación Americana de Automovilismo), cuyo representante, Robert Darbelnet, asegura que el club está considerando unirse a la protesta de su homónimo alemán: "Tomaré seriamente en consideración mi apoyo a una organización que condona este tipo de actividades."La polémica continúa.