Max Mosley ha recibido el apoyo suficiente por parte de la Asamblea Extraordinaria de la FIA para continuar como presidente de la organización al menos hasta octubre de 2009, cuando finaliza su mandato.
103 fueron los votos que apoyaron a Mosley, en contra de los 55 que pedían su destitución. Siete asambleistas se abstuvieron de votar y cuatro votos fueron nulos.
Se acaba de esta forma con la fuerte polémica que provocó la orgía sado-nazi en la que estuvo implicado Mosley y por la que muchos peces gordos de la Formula 1 pedían su cabeza.