Según Theissen, la exigencia del circuito es muy alta para los pilotos y para el equipo técnico, ya que combina largadas muy rápidas y curvas que ponen a prueba la calidad de los frenos de los monoplazas. Canadá será una prueba más para BMW en su búsqueda por el liderato de constructores, y un paso adelante para Robert Kubica, al intentar sumar puntos en una pista que no le trae los mejores recuerdos del año pasado.
"Tenemos recuerdos muy específicos del Grand Prix de Canadá de 2007. Robert sobrevivió a un horrorífico accidente, virtualmente sin ninguna lesión, mientras nick terminó segundo para darle a nuestro equipo el mejor resultado hasta ese punto," dijo el jefe de BMW Mario Theissen. "Fue el fin de semana más emocionante. Disfrutamos venir a Montreal. El circuito es muy exigente en terminos de habilidad de conducción y en el aspecto técnico. En las largadas los motores se ponen al más alto nivel, y ningún otro circuito es tan difícil con los frenos que Montreal. En términos de atmósfera, también, la carrera representa un climax."
"El circuito de Gilles Villeneuve es único, situado en la isla del río St Lawrence," agregó. "Las personas ahí son fanáticos muy entusiastas de la Fórmula Uno, el centro de la ciudad es una fiesta completa durante el fin de semana de la carrera, y la llegada de fanáticos de BMW es normalmente muy alta. Canadá es un mercado importante para el grupo BMW. Sin el Grand Prix de Estados Unidos, desafortunadamente no hay dos carreras en Norte América este año. En Montreal esperamos seguir creciendo después de nuestro desempeño en Mónaco."