"Que su suspensión no sufriera daños fue por pura suerte", comienza Sauber. Prosigue con el segundo golpe de suerte del inglés: "Que el accidente haya ocurrido hacia el final de la vuelta, en lugar de al principio, también fue suerte, o si no habría perdido mucho más tiempo pilotando hasta boxes".
Para rematar, Sauber que la última dosis de suerte de Hamilton le regaló la carrera: "Luego adoptó una estrategia mejor que la de sus rivales, y el safety car hizo que su error no le perjudicara gracias al momento favorable en que salió. Tuvo suerte por partida triple".