Estos retrasos podrían tener que ver con el agresivo plan de desarrollo de la recta final del equipo austriaco, que ha estado probando cosas nuevas hasta en la última cita del calendario para asegurarse los dos Campeonatos. Newey reconoce lo dura que ha sido esta temporada: "2012 ha sido la temporada más difícil en la que he estado involucrado. En 2010 teníamos un coche rápido, tal vez no del todo fiable, pero muy bueno. El año pasado el coche era bueno y fiable".
Fue difícil comprender el RB8
"Este año hemos tenido a veces un coche muy bueno y a veces un coche fiable, no siempre lo entendíamos, al principio fue frustrante. El cambio más importante fue el sistema de escapes que habíamos desarrollado durante dos años y de repente tuvimos que empezar de cero", añadió Newey.