Por suerte, la temporada ya ha acabado, aunque el francés admite en declaraciones al diario Le Matin de Suiza que la F1 es "un mundo sin piedad", aunque admite que "eso es normal en la máxima categoría".
"Los asientos en la F1 son escasos, no hay regalos", añadió Grosjean.
En 2012 ha aprendido muchísimas cosas
Sin embargo, el francés que ya debutó en la categoría en 2009, cree que ha aprendido muchisimas cosas en su regreso en 2012: "Muchas más cosas de las que pensaba. El mundo de la F1 es más difícil de lo que imaginaba. Cuando volví, vi que había una montaña que escalar. Y una vez que empecé a subir, vi lo alta que era en realidad".