El australiano no acudió a la llamada del control de pesaje antes del inicio de la Q2, lo que podría haberse convertido en una sanción. Finalmente todo ha quedado en sólo una reprimenda, por lo que no perderá puesto alguno en la parrilla.
"El piloto no se dirigió directamente al sala de pesaje de la FIA cuando se lo señaló", afirman los comisarios. "Sin embargo al darse cuenta del error el equipo llevó el coche hacia el garaje de la FIA de forma inmediata".
Schumacher también fue investigado
En otro orden de cosas, Michael Schumacher también fue llamado a declarar por los comisario de la FIA tras haber molestado a Fernando Alonso durante la sesión de clasificación. El piloto alemán se ha librado de cualquier tipo de sanción al considerar los comisarios que tanto él como el español estaban en sus vueltas de calentamiento cuando se produjo el incidente. Ambos pudieron luego realizar sus respectivas vueltas lanzadas sin problemas.