"Uno de los cirujanos que me operó, se acercó a mi y me dijo: 'María, hemos salvado tu vida'. No sé si recuerdas que has tenido un grave accidente, pero estás aquí con nosotros. Ha sido duro, pero estamos contentos de haberte salvado la vida. Pero hemos de decirte que has perdido un ojo'. En ese momento, le pregunté al cirujano: '¿Necesita la dos manos para operar?' Y el me dijo que sí, a lo que yo contesté: 'Bueno, pues yo soy piloto de F1, y necesito los dos ojos'. Entonces le dije al pobre hombre que era mi decisión que me quitaran el ojo, como si el pobre hombre tuviera elección de hacer algo", comentaba la piloto.
Todo el mundo se ha volcado con ella
"Pero luego te das cuenta de que es algo sin precedentes, que te sientes bien, y te das cuenta de que ves más que antes. Porque, antes del accidente, solamente concebía la F1 estando dentro del coche, compitiendo, y no supe ver lo que era importante en la vida. Llegado ese momento, no estaba apreciando lo más importante, y era que ese hombre había salvado mi vida. Así que este ojo me ha hecho encontrar de nuevo el camino hacia adelante y lo veo de esa forma. Y voy a vivir esta nueva experiencia al cien por cien", añadía la madrileña, hija del conocido Emilio de Villota.
Por otro lado, De Villota comentó que se había sentido abrumada al recibir todos los mensajes de apoyo que le han llegado desde todas las partes del mundo: "Cuando me vi, pensé: '¿Quién me va a querer con esta pinta?' Pero desde entonces me he dado cuenta de que me han querido más que en toda mi vida. Tengo suficiente amor para cubrir mi vida y la siguiente. Ahora estoy centrada en las operaciones que me quedan, y quiero estar totalmente preparada. Todavía no sé lo que voy a hacer".