Todavía es pronto
Estas palabras confirman todos los temores que se habían formado sobre la recuperación del piloto y la movilidad de su brazo y mano derechos. Las terminaciones nerviosas de la mano, que quedaron dañadas en el accidente, se han reformado hasta cierto punto. De hecho, Kubica ha aprendido a firmar autógrafos con la mano izquierda porque con la derecha le cuesta sostener el bolígrafo y realizar cualquier movimiento con él.
Pero existen otros problemas ligados a la rotación del pulso y a la movilidad de su codo derecho. Por este motivo, Kubica es capaz de conducir un coche de Rally (y también uno de GT), pero no un monoplaza de F1, cuyos movimientos de volante son más fastidiosos. "De momento, es complicado saber si volverá a competir en la F1", añadía Rossello. El equipo Ferrari, que quería al piloto en 2012, sigue en contacto con Kubica, por lo que no es imposible que el polaco pudiera conducir pronto un GT de Maranello.