Jean-Eric Vergne ha revelado que todavía se siente dolorido después de su accidente en Monza la semana pasada: "Tengo bastante dolor en mi espalda y cuello, pero creo que va a desaparecer en el próximo día o así, seguiré adelante con lo que va a ser un horario muy ajetreado hasta Singapur".
Vergne perdió el control de su STR7 en la frenada a la primera curva del circuito, el coche trompeo y voló al pasar por uno de los bordillos del circuito. Inmediatamente fue llevado al centro médico, donde se confirmó que no había sufrido lesiones graves.
Fue culpa de la suspensión trasera
Aunque con las imágenes parecía bastante claro que no era un fallo del piloto francés, el equipo Toro Rosso ha confirmado que el accidente fue causado por un fallo en la suspensión trasera.