El Presidente de la FIA hace tiempo que no visita los circuitos donde se juegan los Grans Premios, concretamente desde que salió a la luz el escándalo sexual que protagonizó. Pero el británico confirmó hace unas semanas que asistiría a Mónaco el próximo fin de semana.
Pero se ha topado con un obstáculo. La familia real monegasca ha dicho que Mosley no es bienvenido en su país y que el príncipe Alberto solo se reunirá con el representante oficial de la FIA, que según ha comunicado al federación no será Mosley sinó Marco Piccinini, vicepresidente de la organización.
Parece ser que es cuestión de días que Mosley se ve obligado a abandonar su cargo, pese a que se aferra a él con uñas y dientes.