En un monoplaza de Fórmula 1, cuando el piloto cambia de marcha de segunda a tercera, o de tercera a cuarta, los neumáticos traseros pueden 'patinar' ligeramente, sobre todo si ya están un poco desgastados. Esos pequeños deslizamientos que se producen en las ruedas traseras curva tras curva, vuelta a vuelta, a la larga pueden provocar un mayor desgaste y hacer que el neumático dure menos. El deslizamiento de los neumáticos también se produce cuando el piloto acelera al salir de una curva de velocidad media. Para evitar estos deslizamientos de los neumáticos, muy difíciles de controlar por el piloto, una buena solución sería reducir el par-motor en el rango de revoluciones medias. De esta forma se evitaría que las ruedas patinasen al cambiar de marcha, y también haría más fácil al piloto poder dosificar la potencia a la salida de las curvas de velocidad media.
Reducir el par era el objetivo del mapa motor de Red Bull
Curiosamente, emplear menos torsión que la máxima disponible a revoluciones medias era, precisamente, el objetivo del mapa motor que Red Bull estaba utilizando hasta que la FIA decidió declararlo ilegal en el Gran Premio de Hungría. La FIA no aceptó las explicaciones del equipo Austríaco, y lo prohibió ante la sospecha de que un mapa motor de ese tipo pudiese ayudar a conseguir una ventaja aerodinámica a través de los escapes traseros del coche. Se cree que Red Bull había reducido el par a revoluciones medias en un 35%, pero la FIA sólo permitirá una tolerancia de torsión de un 2%.