"En general, hemos hecho un buen trabajo y hemos conseguido grandes cosas. El equipo ha construido un buen coche con un rendimiento excelente. Desde el principio de la temporada, hemos sido competitivos en la mayoría de los circuitos, y eso significa que podemos estar seguros para el resto de temporada. El lado negativo ha sido, sin duda, el hecho de haber perdido algunas buenas oportunidades de conseguir buenos resultados. Muy a menudo no logramos tener el fin de semana perfecto. Si podemos mejorar eso, podremos conseguir mucho más", explicaba Kobayashi.
Nuevas reglas técnicas, mayor competitividad
Por otro lado, el japonés reconoce que este año parece que los pilotos están trabajando más conjuntamente con los ingenieros que la temporada pasada: "Personalmente, no creo que yo haya cambiado desde 2011, pero siento que este año estamos trabajando más conjuntamente con los ingenieros y a un nivel más alto. Quiero conseguir mi primer podio en la F1, algo que se puede conseguir perfectamente con este coche. Por otro lado, también hay que centrarse en el Mundial de Constructores y por eso hemos de puntuar de forma consistente".
Ya hemos visto desde la primera carrera de este año que la competitividad en la parrilla esta temporada es muy grande. Eso es algo que todos los pilotos han visto, y en el caso de Kobayashi, es algo cuyas consecuencias atribuye a los cambios técnicos: "Creo que la razón de tanta competitividad viene por los cambios en las regulaciones técnicas, con la prohibición del difusor soplado y del alerón delantero flexible. Eso ha hecho que los equipos estén más igualados. Este año en clasificación, ha habido veces en que diez coches han estado solo en dos décimas. El mínimo error marca una gran diferencia en la posición de salida. El resultado de esto es que haya varios ganadores diferentes, algo que es bueno para la F1, para los aficionados y para los pilotos".