Pero desde el pasado Gran Premio de Mónaco, Mercedes ha ido alejándose de sus rivales, y ha conseguido menos de la mitad de puntos que equipos como Ferrari, Red Bull y Lotus. Y por si fuera poco, el último Gran Premio antes del parón veraniego, el de Hungría, fue otro traspiés para el equipo de Brackley, ya que ninguno de sus dos pilotos logró meterse en la Q3 de la clasificación y terminaron la carrera del domingo con tan solo un punto, logrado por Rosberg.
Los neumáticos siguen siendo la piedra en el camino
A pesar de que su rendimiento parece haberse esfumado, el jefe del equipo, Ross Brawn, ha comentado que en la escudería entienden lo que está pasando, y cree que las características de los recientes circuitos han hecho que su equipo luche tanto en las carreras: "En Montreal no clasificamos bien, pero tuvimos muy buen ritmo de carrera. En Hungría, alguien me pregunto porqué no fuimos competitivos allí y sí en Mónaco, pero creo que son circuitos diferentes. Si ves las curvas largas de Hungaroring, no se parecen en nada a las de Mónaco. Nuestro coche se adapta a algunas pistas, y lo que hemos de hacer es tener un coche que se adapte a cualquier circuito. Esa es nuestra prioridad".
Por eso, Brawn cree que la clave para que Mercedes siga progresando y luchando por las primeras posiciones está en hacer que el monoplaza se adapte a cualquier trazado: "A veces, hay un equipo que domina y es competitivo en todos los circuitos, y nosotros hemos tenido suerte de estar ahí, pero ha habido muchos altibajos, sobre todo a la hora de utilizar los neumáticos. Eso es algo que estamos tratando y analizando para tener más margen de rendimiento en el coche. Quizás en Hungría el equilibrio en las curvas largas no fue bueno, por lo que hemos de encontrar algunas soluciones".