Gerhard Gribkowsky, el banquero que ha estado en el centro de toda la polémica por el tema de corrupción relacionado a la venta de la F1, ha sido sentenciado por el tribunal de Múnich a pasar ocho años y medio en la cárcel. Gribkowsky fue hallado culpable de evasión de tasas, sobornos y violación de la confianza fiduciaria. En su papel como director de riesgos del banco alemán BayernLB, Gribkowsky se había visto involucrado en la venta de la participación del banco en F1 a CVC.
Durante el juicio que se le realizó, Gribkowsky admitió que el propietario de los derechos comerciales de la F1, es decir, Bernie Ecclestone, le pagó unos 45 millones de euros en sobornos para arreglar la venta de la F1 a CVC. Por su parte, Ecclestone admitió haber hech pagos a Gribkowsky, pero aseguró que lo hizo porque estaba amenazado con chantajes.