Durante el previo del GP de España en Telecinco, pudimos ver la "magnífica" exhibición que el piloto Nick Heidfeld estuvo realizando hace unas cuantas semanas en la fábrica de BMW.
El piloto se dedico a hacer las delicias de los trabajadores de Munich con trompos, acelerones, derrapes y grandes cantidades de goma quemada. Y además consiguió arrancar una gran carcajada a todos sus espectadores.
Nick se comió literalmente el bordillo que delimitaba la "pista" dejando tirado en medio del asfalto su alerón delantero.
Heidfeld no es un mal piloto, pero no creo que le hiciese ninguna gracia ser el hazmereir de todos los empleados de la fábrica de BMW.