"Después de Mónaco, tuve una discusión con Sergio," revela Baldisserri. "Queríamos saber por qué sus resultados recientes no habían respondido a las expectativas después del Gran Premio de Malasia. No hay duda del talento de Pérez pero a menudo se hace daño a sí mismo por ser demasiado agresivo lo que, especialmente en la Fórmula 1, no sirve para conseguir resultados".
El piloto de Sauber, que había terminado segundo tras Fernando Alonso en Malasia, empalmó una racha de cuatro carreras desafortunadas: a pesar de colarse entre las cuatro primeras filas de parrilla en tres de ellas, no logró puntuar viviendo su fin de semana más duro en Mónaco donde tuvo que partir en 23ª posición por un accidente en la sesión de clasificación lo que le dejó fuera de los puntos en la carrera del domingo.
Buena respuesta en Canada
Después llegó el Gran Premio de Canadá, donde Pérez volvió a subir al podio pese a calificar en en la 15ª posición. "La carrera de Montreal fue una gran respuesta," reconoce el representante de Ferrari. "Fue una carrera en la que Sergio no sólo pilotó a gran ritmo sino que también administró su carrera muy bien, consiguiendo estar en pista durante cincuenta vueltas con el mismo juego de neumáticos".