El británico de 77 años ha dejado claro en la reunión de jefes de equipo del sábado en Barcelona que tuvo lugar dentro del motorhome de Toyota (la misma en la que se dicutió sobre el KERS), que quiere que Max dimita sin remisión por el escándalo sexual.
Tan vehementemente ha defendido su punto de vista que incluso llegó a perder la compostura cuando los representantes de Williams, Ferrari y Red Bull se negaron a firmar dicho comunicado pidiendo la dimisión de Mosley, que se hubiera distribuido a la prensa.
¿Y porqué algunos equipos se negaron a firmar? ¿Acaso les gusta Max como Presidente?
No, el problema es que según la emisora BBC y el diario Times, Jean Todt, el ex-jefe de Ferrari, es el principal candidato para ocupar el puesto que quedará vacante el 3 de junio
Por este motivo Sir Frank Williams y Patrick Head no quieren que Mosley pierda su puesto como presidente de la FIA, porque temen que Todt se convierta en el sucesor y favorezca aún más si cabe al equipo Ferrari.