"Obviamente, con las condiciones que tuvimos, nos vimos limitados a la hora de trabajar, aunque pudimos aprovechar un poco el día y siempre es bueno sentirse seguro con el coche. Además, la sensación que tuve con el coche fue fantástica. El trabajo estuvo limitado, pero aunque solo ruedes unas 20 vueltas, lo sabes: tenemos un coche increíble. En cuanto a la estabilidad, a lo predecible que es, es muy fácil de conducir", explicaba d'Ambrosio. Y cuando se le preguntó sobre en qué se parecía el Lotus al Virgin que pilotó en 2010, contestó: "Realmente, no lo puedes comparar: es otro mundo. Hay una diferencia muy muy grande".
Programa alterado por culpa de la lluvia
El piloto reserva de Lotus confirmó, además, que la lluvia que apareció en la primera jornada les trastocó un poco los planes y alteró el programa preparado antes de que Romain Grosjean se subiera al E20 los dos días siguientes: "Suponíamos que iba a haber condiciones de seco y queríamos haber probado algunas cosas que no te da tiempo a probarlas durante un fin de semana de Gran Premio. Quisimos, pero no pudimos. Por la tarde habría salido a la pista con neumáticos intermedios para comparar la información con la obtenida por la mañana, pero había demasiado lluvia".
"Obviamente, como piloto, siempre quieres salir a la pista, pero también eres un profesional y, si el equipo te dice que no salgas, no lo haces. Los beneficios son muy limitados: si la carrera fuera así, se hubiera detenido. Simplemente, con esas condiciones, no sales a rodar. Fue decepcionante. Lo sabíamos y, al final, no hay nada que puedas hacer, pero es decepcionante porque debería haber completado unas cien vueltas en seco, y solo rodé 20. Y no solo el programa se vio afectado respecto al piloto, sino que tampoco pudimos probar cosas que teníamos preparadas para ello", añadía d'Ambrosio.