Lo que muchos estábamos esperando desde principio de temporada puede que se produzca este fin de semana.
Una pista, 22 monoplazas, más de 100.000 aficcionados, 66 vueltas, lluvia, todo esto sin control de tracción ni otro tipo de ayudas electrónicas y además en casa. ¿Qué más se puede pedir?
El GP de España puede convertirse en el primero de la temporada 2008 en el que los pilotos tengan que demostrar lo que realmente valen al volante de sus coches, si finalmente el agua hace su aparición.
Recordemos que la última jornada de entrenamientos oficiales de la semana pasada en Barcelona ya se disputó en mojado.
Y aunque las previsiones meteorológicas desde hoy miércoles y hasta el viernes indican sol y temperaturas alrededor de los 20ºC, lo más probable es que tanto la sesión de calificación del sábado como la carrera del domingo se vean afectadas por la lluvia.