Comenzamos con un homenaje al más grande piloto argentino de todos los tiempos "El Chueco" Fangio (Fijénse si era veloz que corría las 24 horas de Le Mans en 19! chiste popular)
Nos encontramos en Nurburgring (como veréis una pista recurrente en mis últimos post). Fangio tenía 47 años y afrontaba este Gran Premio, que sería el último de su carrera, con serias posibilidades de obtener su 5º campeonato del mundo. No lo tenía nada fácil; frente a su Maserati, calzado con Pirelli blandas, se encontraban los dos pilotos británicos de la escudería Ferrari, Mike Hawthorn y Peter Collins que al utilizar neumáticos Engelbert contaban con la ventaja de no tener que parar durante toda la prueba.
Fangio decidió salir con los depósitos a la mitad de capacidad para aprovechar la primera fase de carrera, Ferrari al no tener que detenerse, tenía que tomar la salida con sus depósitos al máximo y girarían bastante más lento que el argentino. Conscientes de la desventaja que suponía el repostaje, los mecánicos de Maserati ensayaron hasta la extenuación consiguiendo realizar la operación en menos de 30 segundos.
Fangio tomaría la salida tras Collins y Hawthorn pero su estrategía le daba resultado y en la tercera vuelta superaría a ambos, marchándose en solitario. En la vuelta duodécima Fangio entra en boxes con 28 segundos de ventaja sobre los Ferrari, pero la presión hace mella en los mecánicos de Maserati y retienen a su piloto durante unos interminables 52" (en descarga de su equipo hay que decir que Fangio tuvo que reajustar su asiento).El Chueco regresa a la pista a 51" de los Ferrari y con tan solo 8 vueltas para enjugar esa diferencia. El título parecía esfumarse, Fangio durante 2 vueltas parecía resignado ya que su ritmo era más lento que el de los Ferrari, pero de repente algo sucedió en la cabeza de Fangio. El argentino se puso a conducir como nunca, tomando unos riesgos que rayaban en la locura, sobre todo para un piloto de 47 años y con 4 títulos en su haber.
El Maserati rodaba 10 segundos por vuelta más rápido que Collins al que alcanzó y sobrepasó en la última vuelta (Nurburgring tenía 22 km de cuerda) pero Fangio falló una curva y el británico le devolvió el adelantamiento; el campeón no se rindió y se puso en paralelo a Collins que terminó por rendirse, llegaron a un puente y sólo podía pasar uno. Estaba claro que era el día de Fangio, apenas unas curvas más tarde adelantó a Hawthorn cruzando la meta en primera posición, haciéndose con su 5º campeonato y bajando su record de vuelta rápida en el Ring en 8 minutos.
Fangio comentaría años más tarde: "Nunca había conducido así y nunca volveré a hacerlo"