Por otro lado, el toque parece que dañó el sistema de frenos, haciendo que éstos se calentaran en exceso. Conscientes de la situación, los de Red Bull avisaron por radio al piloto para que detuviera el coche y abandonara, puesto que podría ser peligroso. No obstante, Vettel pareció hacer caso omiso a las indicaciones que le llegaban desde el muro y decidió seguir adelante, hasta que llegó a la meta. Este tema ha suscitado mucha polémica, y algunos medios sugirieron que el alemán había ignorado conscientemente las órdenes del equipo de retirar su coche, supuestamente por un problema de frenos, para poder poner una nueva caja de cambios sin ser penalizado para la carrera de China.
El problema se resolvió con los comisarios, en Malasia
Además, en cuanto terminó la carrera, Vettel confesó que escuhó lo que le habían dicho por radio, pero decidió hacer caso omiso. Helmut Marko explicaba para el periódico Sport Bild: "Eso no tiene ningún sentido. Sebastian no hizo absolutamente nada que fuera en contra de lo que nosotros quisimos". Respecto a la visita que hizo el piloto esta semana a la fábrica de Milton Keynes, Marko asegura que ya estaba planeada hace tiempo y que Vettel iba a trabajar en el simulador, además de realizar otra serie de tareas.
Pero no terminó ahí. Marko también se defendió de los rumores que apuntaban que el piloto, de 24 años, podría ser penalizado por la FIA por romper el código de la conducta al hacerle un corte de manga a Karthikeyan. El asesor de Red Bull habló muy claro: "El problema se resolvió durante la reunión con los comisarios del Gran Premio de Malasia. Para mí, el asunto está zanjado". Y por si no hubiera quedado nada claro, un portavoz del propio piloto alemán añadía: "No sabemos nada de ninguna investigación".