"Obviamente queremos tener la misma fiabilidad que demostramos en Jerez y acumular el máximo número de kilómetros posible. Nunca podremos recuperar los cuatro días que perdimos, pero hemos de dar el máximo esta semana en Barcelona para saber si lo estamos haciendo bien", comenta Eric Boullier.
Interpretaron de forma diferente el reglamento
Boullier ha admitido que hay muchos ánimos en el equipo por la fiabilidad que demostraron en Jerez, pero sabe que lo que importa es comparar su coche con el resto: "En Jerez, la fiabilidad y el ritmo eran buenos, pero no significa nada porque fueron los primeros test. Tenemos mejoras para el coche tanto para los test como para la primera carrera. La base fue buena y los pilotos se mostraron contentos con el comportamiento del coche. El coche tenía buen equilibrio, así que fue un buen comienzo".
Por otro lado, Boullier ha negado que los problemas que tuvieron en la suspensión se debieran al hecho de que el equipo forzó demasiado el coche para tratar de eliminar peso extra: "No tuvo nada que ver con eso. Había una pequeña desviación entre el diseño de simulación y un componente del coche, y no estábamos contentos con las pruebas con este soporte. Decidimos rediseñarlo y volverlo a construir y deshacernos del que nos dio problemas".
Por último, el jefe de Lotus explicó que acataron sin problemas la decisión de la FIA de no poder realizar test extra: "Creo que interpretamos de otra forma las regulaciones. Los equipos estaban de acuerdo en que regresáramos otra semana y realizáramos otro test, pero luego la FIA nos dijo que no podíamos".
