No obstante, Kimi Räikkönen no ha perdido ni un ápice de determinación y ganas de competir y alega que no es la primera vez que se enfrenta a una situación difícil: "El último año que estuve en Ferrari no estábamos siempre al frente", asegura el finlandés.
Ilusión y afán de superación
El Campeón del Mundo de 2007 se hace eco de las esperanzas del equipo, a las cuales se une, de que el nuevo Lotus E20 sea competitivo, aunque reconoce que no es fácil: "Ellos [Lotus] empezaron bien el año pasado. Esperamos que el nuevo coche sea fuerte pero las reglas son ligeramente distintas y nunca se sabe".
Pese a los problemas con el chasis y las posibles dificultades que puedan encontrarse en el camino, Kimi es tajante y asegura que nunca se darán por vencidos y siempre intentarán dar lo mejor de sí mismos: "Pero, pongamos que somos octavos o algo así. Nunca diremos 'Oh, mierda, nos rendimos'. Siempre intentaremos mejorar y esperemos estar lo más alto que podamos".