Horner confirmó que el objetivo de Red Bull es tener listo su nuevo monoplaza para el primer test invernal que tendrá lugar en Jerez el 7 de febrero: "De momento, todo parece ir bien, y en la fábrica están trabajando a tope, seguramente igual que el resto de los equipos en esta época del año. Por supuesto, este año tenemos el reto añadido de tener que pasar los crash-test antes del primer entrenamiento de pretemporada. Pero es lo mismo para todo el mundo, y en Milton Keynes estamos quemándonos las pestañas en estos momentos. Nuestra intención es conseguir llegar a esa primera prueba, eso es lo que tenemos en nuestra agenda".
No están prestando mucha atención a sus rivales
"Todavía estamos en el mes de enero, y no hemos visto nada de lo de los otros equipos, hay algunas especulaciones flotando por ahí, y cosillas que salen por aquí y por allí. Pero nosotros estamos muy centrados en hacer nuestro propio trabajo. Al fin y al cabo, lo único que importa es lo que pase a partir de Melbourne en adelante".
"En los últimos años ha habido muchos cambios técnicos: la prohibición del Conducto-F, la eliminación del doble difusor, cambios como la introducción del DRS y los nuevos neumáticos, y la desaparición de los repostajes. Todo eso forma parte de la F1, y creo que hemos demostrado nuestra valía para adaptarnos a las diferentes normativas, pero tampoco subestimamos a McLaren, Ferrari, ni a Mercedes. Sólo sabremos dónde nos encontramos cuando empecemos a quemar combustible en la clasificación de Melbourne dentro de nueve semanas".