En ella, De la Rosa explica lo que lo convenció para unirse al proyecto español. Un proyecto difícil, pero serio y realista: "La gente que lidera el proyecto es seria, con un plan estratégico y que me dan mucha confianza. Esta es la realidad y al final eso lo es todo. Entré en el proyecto porque es sensato, español, que nace con modestia y humildad pero con mucho realismo. No me han vendido ninguna cosa imposible. Todas las etapas que me han ido explicando desde julio las han cumplido y ahora, pese a que soy consciente que queda lo más difícil, es cierto que es una realidad. Como todo proyecto es un reto y no hay que olvidar que estamos hablando de la F1, el campeonato más competitivo que existe en el mundo y partimos con una desventaja importante porque otros equipos han tenido bastante más tiempo para asentarse".
"Es un desafío que he decidido afrontar y lo hago con todas las consecuencias. No es ni una aventura ni una locura por mi parte, ya que lo he meditado muy bien y lo hago muy convencido. Lo fácil hubiera sido seguir en McLaren, pero nunca me han gustado las cosas fáciles y creo, sinceramente, que ha llegado el momento de que todos apoyemos al equipo español para poder subsistir".
Ser piloto probador ha dejado de tener sentido
Además, el piloto español ha hecho hincapié en que con la limitación de los entrenamientos, ser piloto probador ha dejado de tener sentido, lo que sin duda lo ha animado a abandonar McLaren para asumir el reto de HRT: "Cuando había tantos entrenamientos era una posición muy divertida, en el sentido de que no parabas de aprender y de que estabas siempre muy bien preparado para sustituir a un piloto. Con el reglamento actual, con los entrenamientos prohibidos durante la temporada, escasos test en pretemporada y cuatro días de pruebas aerodinámicas en una recta, no tiene ningún sentido ser piloto reserva. No tiene sentido, principalmente, porque si un día te necesita tu equipo no estarás listo y ese ha sido otro condicionante importante que me ha llevado a dar este paso. Para mí es importante estar en pista, rodando, acumulando kilómetros, sentirte en activo. Como piloto reserva me lo he pasado muy bien hasta hace poco, pero este año ya no he disfrutado".
Pedro Martínez de la Rosa, también dejó claro que es realista sobre las posibilidades del equipo, y los objetivos para esta temporada: "No quiero engañar a nadie. Somos el último equipo en estos momentos y es obvio que tenemos que mejorar mucho, pero estamos creciendo, nos estamos reforzando al máximo y el objetivo poco a poco ha de ser crecer, mejorar y pasar con éxito cada una de las etapas. La primera tiene que ser la reestructuración del equipo, la segunda mejorar las prestaciones y la tercera estar entre los diez mejores equipos. Este es el plan y ello no se consigue en tres meses sino en un proyecto a dos años".
"En la primera carrera el panorama no variará mucho al de este año, lógicamente. A corto plazo nuestra lucha es con Virgin, aunque pensamos que nuestra mejora puede y debe ser mayor. No hay que engañar a nadie, insisto. No vamos a tener un coche nuevo que sea revolucionario. El objetivo es tener un coche en Australia capaz de luchar con Virgin y, a partir de ahí, mejorar más rápidamente que Virgin y Caterham".
Por otro lado, el piloto español restó importancia al hecho de contar con el motor Cosworth, que solo usarán HRT y Virgin, y ha dicho que el equipo se debe centrar en la aerodinámica: "Cosworth es el motor que vamos a tener y es un acuerdo heredado, pero es un motor carreras cliente, válido y no va a ser el principal problema del coche, puesto que hay otras áreas en las que hay que mejorar más porque en la F1 actual, teniendo en cuenta la congelación existente, no aporta más que 2 ó 3 décimas y tenemos que centrarnos en la aerodinámica".
