El equipo comenzó muy fuerte el Mundial, que ahora está a punto de terminar, pero el rendimiento que tenían al principio no se ha demostrado pasadas las carreras. Ahora confían en conseguir la séptima plaza en el Mundial de Constructores. Aunque va a estar muy reñido. En juego hay tres millones de dólares. Todo ello se decidirá en la última prueba de la temporada, el Gran Premio de Brasil.
Parece que el C31 mejoró en velocidad en la última carrera, o eso piensa el jefe de equipo. Allí lograron un solo punto, pero determinante para el final del Campeonato: "Para mí, el punto fue importante para el campeonato, pero lo importante es que el coche era muy rápido, fue muy, muy rápido. Al final de la carrera, Sergio se acercó a Paul di Resta, pero al final fue imposible hacerlo mejor porque él perdió el KERS."
El equipo ya vivió esta situación en 2009
Peter ha hecho referencia en sus declaraciones a una situación similar que sufrió el equipo en el año 2009. En ese momento el equipo peleaba con Williams por la sexta posición en el Mundial de Constructores. Al final consiguieron ganar unos puntos que les sirvieron para afianzarse en esa posición: "Tuvimos una situación similar antes. Alcanzamos a Williams en la última carrera, ya que estábamos detrás de ellos y la situación era peor".
El jefe de equipo asegura que el buen resultado en las últimas carreras es positivo para la próxima temporada: "Para mí, mirando hacia el futuro, es importante que el coche sea rápido. Es el único coche de esta zona de la parrilla sin un difusor soplado, y las normas para la próxima temporada van a cambiar porque esto estará prohibido. El próximo coche no será una revolución, será una evolución, y creo que vamos en una buena dirección".
La carrera tiene que ser perfecta y sin errores. El equipo no lleva ninguna pieza nueva para ello: "El último paquete de actualización fue en Suzuka. Por tanto, para asegurarse, es importante eliminar los errores".