Ecclestone aseguró que siempre actuó dentro de la ley, pero que quiso evitar por todos los medios una inspección. Negó que Gribkowsky intentara chantajearle: "Nunca me sentí amenazado por él directamente". Aún así, dijo estar preocupado porque el ex banquero pudiera denunciarle: "Hubiera sido una catástrofe para mi". Dijo que sabía que el banquero necesitaba dinero para un negocio que intentaba hacer y que estaba cansado de su trabajo en el banco del Estado Federado de Baviera Bayern.
El dueño de la F1 se embolsó mas de 10 millones de euros
Ecclestone, que fue en calidad de testigo, fue llamado a declarar contra el alemán, por malversación de fondos y fraude fiscal. La fiscalía acusa a Gribkowsky de haber recibido del propietario de la F1 una comisión de 44 millones de dólares, por la venta de los derechos de retransmisión de la Fórmula 1 al fondo de inversiones CVC en 2006, que representa el patrón del Gran Circo, por unos 840 millones de dólares.
El semanario Der Spiegel hizo referencia a que esta cantidad fue depositada en una fundación austríaca. Así cómo señalaron que Ecclestone habría aumentado el saldo de su cuenta bancaria en algo más de 10 millones de euros. Según la prensa alemana, la operación de la venta del 50% de los derechos fue por 840 millones, pero curiosamente en unas cuentas del Bayern LB sólo aparecen 770 millones.