Williams anunció en el Gran Premio de India que el nuevo director técnico del equipo será uno de sus últimos y más polémicos fichajes. El espía envuelto en el 'spygate' llegó al equipo en junio como ingeniero jefe y ahora ha pasado a ser la máxima autoridad en el desarrollo del monoplaza. Esto no ha sentado bien a más de uno y las críticas no se han hecho esperar.
Luca di Montezemolo, presidente de Ferrari, considera que la vuelta del ingeniero a la cima es un escándalo para el deporte. El italiano fue crítico en sus declaraciones: "Parece que la F1 nunca pierde una oportunidad de hacer el ridículo".
Pero una fuente no identificada del diario Marca en el 'paddock' muestra una opinión muy diferente a la del presidente de la Scuderia: "Lo del espionaje no fue más que una guerra política de Max Mosley contra Ron Dennis, porque todos sabemos en la F1 que en todos los equipos hay trasvase de información. Si salió aquello es porque interesaba".
Williams necesita mejorar urgentemente
El equipo Williams ha perdido este año a Sam Michael, que pasa a McLaren, por eso necesitan un ingeniero experto en el aspecto técnico del monoplaza. Para ello cuentan con Coughlan: "Es un buen diseñador, pero a nivel mecánico. El aspecto aerodinámico no es su fuerte , pero claro, Williams anda a la deriva, no tienen a nadie más disponible".
El ingeniero habló hace poco del caso por el que tuvo que dejar la Fórmula 1: "Quiero disculparme con todos los que se vieron afectados por mi conducta y, en especial a McLaren, Ferrari y a los aficionados de esos equipos. Sólo espero poder ganarme de nuevo el respeto de todos".