El escocés, de 21 años de edad se subió al monoplaza y completó quince vueltas al trazado de Silverstone. Lo hizo con el MP4-23A, el mismo chasis con el que Lewis Hamilton ganó el Gran Premio de Gran Bretaña en el año 2008. Fue en condiciones de lluvia.
La primera impresión del test de Fórmula 1 con el McLaren fue para él algo extraño: "Era ridículo, el monoplaza tenía mucha potencia y fue algo alucinante". Ha mostrado su gran satisfacción tras esa experiencia y describe sus impresiones tras bajarse del monoplaza: "Cada vez que me subía en el coche me sentía más feliz. Me impresioné con los frenos y me dí cuenta de que podía sacar más potencia del monoplaza".
Explica sus sensaciones
"Sentía que el coche se deslizaba al principio, pero cuanto más me acercaba al límite iba cada vez mejor. Hay que tener mucho tacto con la dirección, porque el coche es muy sensible".
Se le considera uno de los pilotos más prometedores de Gran Bretaña y es posible que el año que viene compita en la GP2.
