La temporada 2011 de Fórmula 1 llega a su último tercio con el Gran Premio de Singapur, donde Sebastian Vettel tendrá la primera oportunidad (de seis) de proclamarse Campeón del Mundo, y que mejor escenario que Marina Bay por su espectacularidad.
Sin embargo, Singapur no es sólo noche, rascacielos iluminados y la famosa noria. También es uno de los circuitos más exigentes para pilotos y monoplazas. Los 24 hombres de la parrilla deberán enfrentarse a lal altas temperaturas sumadas a la humedad, y a la fatiga producida por un trazado sin tregua. Los frenos y las cajas de cambio serán la parte de la mecánica que más sufran en el circuito asiático.